abril 30, 2009

Brandenburg Concertos




Los conciertos de Brandeburgo son seis obras (BWV 1046 - 1051) que Johann Sebastian Bach presentó en 1721 (aunque probablemente las compuso antes).

Estos conciertos fueron dedicados al margrave de Brandeburgo (en Alemania), Christian Ludwig, a quien le envió esta carta junto con los conciertos:

"Monseñor, hace ya algunos años tuve la dicha de hacerme oír por Vuestra Alteza Real, dándome cuenta entonces del placer que sentíais por los insignificantes talentos musicales con que el cielo se ha dignado favorecerme. En el momento de la despedida, Vuestra Alteza Real me hizo el honor de encargarme que le enviara algunas obras salidas de mis manos, por lo que me he tomado, obedeciendo esta orden que me honra, la respetuosa libertad de llenar mis muy humildes obligaciones con los conciertos adjuntos, compuestos para diferentes instrumentos. Al mismo tiempo, os ruego humildemente que no juzguéis su imperfección con la severidad propia del gusto refinado que poseéis en materia de música. Os ruego os dignéis buscar en ellos, con la máxima benevolencia, el profundo respeto y la obediente sumisión que he querido testimoniaros. En cuanto al resto, Monseñor, ruego a Vuestra Alteza Real con toda la humildad que os debo, os dignéis tener la bondad de seguir interesándoos por mí, con la convicción de que nada me es tan agradable como seros útil en circunstancias más dignas y de más peso para vos; con el mayor entusiasmo, tengo el honor de ser, Monseñor, de Vuestra Alteza Real, el más humilde y obediente servidor, Juan Sebastian Bach."


A pesar de todo el arte, toda la inspiración y toda la ciencia musical que Bach derrochó en su composición, se sabe que los mismos nunca fueron interpretados en la residencia del margrave, y que su autor jamás percibió el más mínimo honorario por ellos. Sin embargo, hay que pensar que esto se debió no tanto al desinterés de Christian Ludwig, como al hecho de que sobrepasaban con mucho las posibilidades del destinatario: efectivamente, la orquesta del margrave carecía de efectivos suficientes y, sobre todo, capacitados, para hacer frente a la extremada complejidad y a las altísimas exigencias técnicas de estas obras.

A la muerte del margrave, en 1734, el manuscrito autógrafo de los seis Conciertos fue tasado en la cantidad de veinticuatro grossos. Tras diversos avatares, dicho manuscrito fue finalmente adquirido por un antiguo discípulo de Johann Sebastian, el compositor Johann Philipp Kirnberger, quien se lo regaló a su alumna la princesa Amalia de Prusia, hermana de Federico el Grande. En la actualidad el manuscrito se conserva en la Biblioteca Estatal de Berlín.

abril 27, 2009

Capricho

Si vemos su definición más general un capricho es una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original. A mi parecer no se ve tan diferente de lo que es un capricho en la música. Las piezas consideradas caprichos parecen jugar de esta manera tan particular, según el antojo de su autor.

Definiéndolo un poco más formalmente, el capricci (en italiano) es una pieza musical, con frecuencia de forma libre y de carácter vivo y animado. Un capricho habitual es aquel que es de naturaleza rápida, intensa y a veces virtuoso.

Este término se aplicó a una variedad de trabajos durante el Barroco (lo usaron Frescobaldi, Bach). Nicolò Paganini lo utilizó para sus veinticuatro solos para violín, Luigi Legnani para sus treinta y seis solos para guitarra. Pyotr Ilyich Tchaikovsky y Nikolai Rimsky-Korsakov lo usaron para sus obras para orquesta. Johannes Brahms escribió varios caprichos para piano.

Aquí los dejo en compañía de dos caprichos, el primero, el famoso Capricho Nro. 24 de Paganini interpretado por Jascha Heifetz y el segundo el Capricho Nro. 15 de Luigi Legnani interpretado por Zoran Anic.